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Foto del escritorCarlos Álvarez Cozzi

China necesita un mayor control bioético en sus investigaciones

China es  uno de los países del mundo en donde se pueden realizar experiencias biomédicas y ensayos clínicos más fácilmente. Sin embargo, paralelamente no se están desarrollado los comités de ética y la supervisión bioética que estas investigaciones merecen, especialmente en las de más alto nivel.





FUENTE: Observatorio de bioetica- UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA


El pasado 4 de febrero se publicó online, en Science and Engineering Ethics, una carta al editor en la que se abordan algunos de los problemas actualmente existentes en China relacionados con las investigaciones biomédicas. En dicho artículo, los autores hacen referencia a que recientemente Jian-kui He, profesor de la “Southern University of Science and Technology”, en China, anunció que había conseguido la producción de los primeras bebés modificados genéticamente para hacerlos inmunes a la infección por el VIH, utilizando la técnica CRISPR Cas9 y que había presentado sus resultados en el  “Second Internacional Summit on Human Genome Editing”, en Hong Kong, comunicación que produjo un gran impacto y aún, una mayor controversia, en la comunidad científica.

También en noviembre de 2017, Xiao-ping Ren y su grupo, del “Harbin Medical University”, también en China, anunciaron que habían llevado a cabo el primer trasplante de cabeza a un cuerpo, distinto al suyo.

Ambos experimentos, aunque prohibidos en el resto de los países, fueron aprobados por el “Institutional Review Boards” (IRB) de sus hospitales, aunque no por los Comités de Ética de las Universidades en las que ambos investigadores trabajaban.

A la vista de estas experiencias se suscita la necesidad de reflexionar sobre lo que está pasando en China, en relación con las investigaciones biomédicas, especialmente en cuanto a su valoración ética se refiere.

No cabe duda que, paralelamente al amplio desarrollo económico de ese país, se está llevando a cabo una profunda revolución en todo lo que afecta a las investigaciones biomédicas. Un ejemplo de ello puede ser que se han puesto a punto 32 centros nacionales de investigación y 2100 instituciones médicas, en 260 ciudades, lo que está conduciendo a que China sea uno de los países del mundo en donde se pueden realizar experiencias biomédicas y ensayos clínicos más fácilmente.

Sin embargo, paralelamente no se están desarrollado los comités de ética y la supervisión bioética que estas investigaciones merecen, especialmente en las de más alto nivel.

A fecha de hoy, solamente 78 hospitales universitarios chinos han sido aprobados por el “Forum for Ethical Review Committees in the Asian and Western Pacific Region” (FERCAP). Igualmente, no todas las instituciones hospitalarias chinas disponen de un IRB, por lo que no existe la certeza de que la valoración bioética de los trabajos que en ellas se desarrollan estén debidamente supervisados.

Para tratar de solucionar las dificultades éticas que la medicina china plantea, se requerirían hospitales dotados de mayores capacidades físicas y la implementación de los IRB a nivel nacional, a la vez que poner a punto una formación sistemática en la ética médica de los investigadores, y también promover una mayor comunicación y colaboración ente hospitales y universidades.

Para ello se propone en el artículo que estamos comentando, que: a) se debería establecer una más amplia red de IRBs, para que los ensayos clínicos que se realizan en las diferentes instituciones se registraran online, de acuerdo a los procederes estándar, para conseguir una adecuada transparencia y un mayor seguimiento, y así ser adecuadamente supervisados éticamente; b) se deberían también desarrollar programas de formación ética para los grupos de investigadores y médicos que participan en estas experiencias y; c) también se debería promover una mayor colaboración entre universidades y hospitales, especialmente con los privados, pues ya se ha comentado que en el caso de la edición genética de los dos niños nacidos en ese país, las experiencias del doctor He recibieron la aprobación del IRB del hospital privado donde las investigaciones se llevaron a cabo, pero no de la Universidad a la que el doctor pertenecía, por lo que dicha Universidad comunicó que la decisión ética adoptada por el IRB de su hospital no era, a su juicio, válida.

En resumen, en el momento actual, se necesitaría en China, más transparencia y especificación de las investigaciones y ensayos clínicos llevados a cabo en ese país y más colaboración entre las diferentes instituciones en donde se realizan, para que su control bioético fuera más efectivo.


Justo Aznar

Observatorio de Bioética

Instituto de Ciencias de la Vida

Universidad Católica de Valencia

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