Por Carlos Alvarez Cozzi
El caso sobre el que se pronunció el Tribunal era el de “Freddy”
McConnell. Nacida mujer, para adaptarse a su “identidad de género”
comenzó a tomar, a los 25 años, testosterona, sometiéndose a diversas
intervenciones, entre ellas una, que tuvo lugar en Florida, de eliminación
del pecho.
A pesar de esta transformación, McConnell dio a luz a un niño en 2018 y
fue entonces cuando comenzó una batalla legal: la de ser reconocido
como el padre del neonato. Sin embargo, el resultado de su apelación a
los jueces no ha dado el resultado que “Freddy” esperaba: el año pasado Sir
Andrew McFarlane, presidente de la División de Familia y el juez más
veterano de Inglaterra y Gales en materia de derecho de familia, ya había
establecido que, independientemente de su sexo, las personas que han
dado a luz legalmente son y sólo pueden ser las madres.
“Freddy” McConnell apeló y volvió a ver desestimadas sus pretensiones.
Volvió a apelar, esta vez ante el Tribunal Supremo, la última instancia en
Inglaterra. Ahora el Supremo ha rechazado su petición y cierra así
definitivamente el caso en el Reino Unido. McConnell ya ha anunciado
que recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo,
esperando encontrar allí a jueces más alineados con las directrices de la
ideología de género.
(https://www.forumlibertas.com/el-tribunal-de-apelaciones-britanico-lo-
ratifica-solo-la-madre-da-a-luz/)
Hasta aquí un extracto de la noticia.
Es absolutamente lógico el fallo. Los tan mentados supuestos derechos que
esgrimen los grupos que llevan la agenda LGBTIQ, no pueden
contradecirse. Si la dama pretende ser un caballero e hizo los trámites para
cambiar de sexo, no le es lícito volver sobre sus pasos y pretender ser la
madre de un bebé cuando ella se autopercibe como varón en forma privada
y pública y así legalmente lo solicitó.
Esta actitud lamentable es típica de los de género: el mismo es cultural y
variable. Hoy son mujeres, mañana pueden ser hombres. Así no se juega
con el estado civil que es de orden público y además está en juego la
identificación civil de las personas.
Ya lo decíamos antes que ahora:
(https://www.tradicionviva.es/2020/05/29/la-ideologia-de-genero-sigue-
haciendo-estragos/)
“Realmente un espanto. Vivimos en una sociedad de ética
líquida donde cualquier mero deseo, aún de una pequeña niña,
debe ser respetado como un “derecho”. Pero además
propiamente el cambio de sexo no existe porque los
cromosomas con los que se nace son imposibles de ser
cambiados.
Es obvio además que cualquier mero deseo no constituye un
derecho humano.
Esto que está sucediendo es producto del relativismo ético que
busca instaurar una reingeniería social antinatural como parte
del ataque a la familia constituida por mujer y varón, siguiendo los
dictados del nuevo orden mundial.”
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